terça-feira, 5 de abril de 2011

Vanitas vanitatum et omnia vanitas (Coélet)

Esse instigante desabafo, especialmente destinado ao professores de direito, devo ao amigo Prof. Paulo Klautau Filho.

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Mal trago en Derecho (http://seminariogargarella.blogspot.com/)


Ayer tuve una noche amarga en la Facultad de Derecho. La comento no para dar a conocer una historia personal, sino porque creo que en el relato está en juego un hecho público serio.

Teníamos una defensa de tesis, de una de las principales antropólogas indigenistas de la Argentina. La doctoranda había hecho una tesis sobre las dificultades de una serie de comunidades indígenas, en el norte del país, para conseguir la titularidad de las tierras que ocupaban. El trabajo hablaba sobre los modos en que el derecho se empeñaba en dominar a estas comunidades, con propuestas de asimilación y sometimiento, en lugar de reconocer, en primer lugar, el valor de "los otros". En un esfuerzo de diálogo notable, la antropóloga se había convertido en experta en esta área del derecho, aunque el objeto de su tesis era otro (incluyendo la recuperación de "voces" postergadas por el derecho). Para mí, se trataba de un trabajo muy importante, destinado a ayudar al derecho a pensar e interpretar temas y conceptos a los que alude (territorio; comunidad; identidad) sin mayor conocimiento.

En el jurado éramos tres. Uno de los principales civilistas de la Argentina; quien tal vez sea el constitucionailsta más reconocido del país; y yo. En lo personal, no conozco demasiado al primero de los jurados, pero puedo decir que parecía una muy buena persona. Sin embargo, es difícil no señalar que en la ceremonia n o estuvo muy bien. Hizo sólo dos preguntas. La segunda: la diferencia entre el Convenio 169 de la OIT (sobre indígenas), y el 106 (la tesis era sobre cualquier otra cosa). La primera y más importante: "por qué no me citó?" Los antropólogos que estaban en la sala abrían los ojos.

El otro jurado se mantuvo en silencio, y habló recién a la hora de discutir la nota. Propuso retener la tesis y pedirle modificaciones: no era lo suficientemente jurídica, no había análisis de derecho comparado. Le explicamos, el director de la tesis (que es un buen amigo) y yo, por mil caminos diferentes, por qué la tesis era jurídica, por qué el derecho necesitaba de tesis así; por qué este aporte era imprescindible (sólo ver, como vimos, el modo en que en estas comunidades se piensa la idea de propiedad, y el modo en que el derecho lo hace, ya bastaba para aprobar con aplauso a esta tesis).

Terminamos por "imponer" el aprobado por mayoría, 2 a 1, luego de 4 0 minutos de una discusión dura y, para mí, tristísima, muy amarga, llena de términos ásperos, que iban de un lado al otro de la mesa.

Pienso el caso como extraordinaria metáfora de lo que la tesis nos decía: El derecho necesita colonizar a lo indígena, quitarle la palabra, hacer que hable como él, y hasta que no lo logre, hasta que el otro no se someta y use sus mismas palabras, el derecho no está dispuesto a reconocerlo, porque no lo valora.

Um comentário:

  1. Caro Sandro, infelizmente essas visões fechadas do direito são comuns aqui, como lá. E o mais incrível é que a cegueira aos outros campos do conhecimento parece ser motivo de vanglória para os juristas, que crêem na autosuficiência do direito. Demais disso, considero alguns comportamentos acadêmicos, como os narrados no desabafo, desrespeitosos, não só com quem está sendo avaliado, mas com os próprios membros da banca, que se esforçam em dialogar na busca de critérios importantes para avaliar o trabalho, contribuir para sua evolução, e ao fim acabam tendo que agüentar o ego desenfreado de um academicismo estéril.
    Texto muito bom para reflexão.
    Abraço.

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